Sistema Electoral Costarricense a finales del siglo XIX y principios del XX

 

 Legislacn y elecciones  en Costa Rica (1824-1889)

 

Las prácticas electorales  en Costa Rica, al igual que en otros países de Hispanoamérica, se iniciaron  temprano.  Los primeros comicios, de carácter municipal, se verificaron  en 1812 y en 1820, amparados por la Constitución de Cádiz (abolida  en  1814  y restablecida en  1820).   La  independencia,  alcanzada  en 1821, amplió la celebración de elecciones, pues a las de carácter local, se añadieron las nacionales  y las federales  ( entre  1823 y 1838, Costa Rica fue parte  de la Reblica  Federal  de Centro  América).9 Lamentablemente, hasta ahora  no se ha hecho un análisis exhaustivo  y sistemático  de dichas votaciones  según los criterios  de las actuales corrientes de investigación  en los campos de la historia o de la ciencia política.

El acceso al poder  mediante  la vía electoral  fue bastante efectivo en la CostaRica posterior a 1821, ya que de los 15 jefes de Estado  que hubo  entre  1824 y1849, ocho (un 53,3 por ciento)  fueron  electos en comicios, cinco ejercieron el cargo en condición  de interinos  y únicamente dos se valieron  de la fuerza de las armas - por entonces cuerpos  de milicias populares locales más que un ejército nacional-para ocupar la jefatura  estatal. De los 15 individuos que desempeñaron  tal puesto, solo cuatro  (un 26,7 por ciento)  fueron  derrocados, y uno fue obligado a renunciar.  La única dictadura  que hubo en este período, la de Braulio Carrillo, fue de corta  duración  (1838-1842).

Entre   1824 y 1843, las elecciones  eran  de  tres grados. De  acuerdo  con la legislación vigente, el derecho al voto público en la primera  vuelta estaba limitado a los varones  mayores  de 18 años ( o menores  de esa edad, pero casados) que ejercían  una profesión  útil o tenían  medios  conocidos  de subsistencia. La Constitución de 1844, aunque  estableció  el voto directo, restringió  su ejercicio a los hombres mayores  de  25 años, casados, viudos  o cabezas  de  familia  y dueños  de una propiedad raíz valorada  por lo menos  en 200 pesos." Tres años después, en 1847, una nueva Constitución suprimió  el sufragio directo y otorgó el derecho  a votar  en los comicios de primer  grado  a los varones  que tuviesen20 años cumplidos, o 18 si eran  casados  o profesores de alguna  ciencia. Además, dispuso que, pasados cinco años, no se admitiría  el voto de los ciudadanos que no supiesen  leer y escribir.

Una nueva constitución, la de 1848, volvió a restringir  el derecho  a sufragar, al limitarlo  a los varones  mayores  de 21 años, dueños  de bienes  raíces por un valor libre de 300 pesos o con una renta  anual de 150 pesos. Asimismo, estableció que  a partir  de  1853, no  se le permitiría   votar  a los ciudadanos que  no supiesen leer y escribir. Las constituciones posteriores (1859 y 1869) limitaron el voto a los hombres mayores  de 25 años, dueños  de una propiedad raíz valorada  por lo menos  en 200 pesos.   

La Constitución de 1871  volvió a ampliar  el derecho al sufragio, al establecer que en las elecciones de primer grado podían votar  todos  los ciudadanos,  es decir,  los costarricenses varones  de 20 años o más  ( o de  18  años,  si estaban  casados  o eran  profesores   de alguna  ciencia), quienes en razón  de su salario  o de su propiedad tenían un ingreso  acorde con su condición  social. 

Así, la Constitución de 1871, suspendida  en 1876 y restablecida 1882, prácticamente instituyó  el sufragio universal masculino para las elecciones de primer grado ( el femenino  solo se aprobó  en 1949). En efecto, no exigía que los votantes supieran  leer y escribir, y el requisito  de la propiedad o del ingreso  exigido era tan ambiguo  que no operaba  como un criterio  de exclusión. En contraste, los electores  de segundo  grado, quienes  eran los que en votación  secreta  escogían al presidente,  a los diputados  y a los regidores  municipales, debían  tener 21 años cumplidos, saber leer y escribir y ser propietarios de cantidad  que no bajara  de quinientos  pesos o tener  una renta  anual  de doscientos  pesos.13 

 La ampliación  del derecho al voto que supuso la Constitución de 1871 quizá se explica en parte  porque, desde unos veinte  años atrás, había  comenzado  a modificarse  el papel  político  jugado  por  los comicios presidenciales mismos. Con el ascenso de Juan Rafael Mora a la presidencia en 1849, y con el fortalecimiento y la centralización que experimentó el ejército  en la década de 1850, se consolidó una tendencia  a debilitar las prácticas electorales  como vía de acceso al Poder Ejecutivo. En las próximas cuatro  décadas, cumplirían  lo que en apariencia fue una función esencialmente legitimadora y simbólica, ya que la sucesión presidencial no dependió  de elecciones competitivas basadas  en la participación popular.14  El control  de la presidencia empezó  a dirimirse  en un juego de alianzas entre  distintos  grupos de la burguesía  cafetalera, de carácter  familiar y apoyados  por  las jerarquías militares. 


 Pese a que en seis ocasiones  el Poder  Ejecutivo  disolvió el Congreso  entre1849 y 1882, la actividad  legislativa  solo cesó por períodos  cortos,  con excepción del lapso entre julio de 1876 y abril de 1882, cuando  estuvo suspendida  la Constitución de 1871.16  Este  dato revela  que la elección  de diputados  fue una práctica  constante. Lo mismo puede  decirse de los comicios municipales.17 Todavía es muy poco lo que se conoce sobre esas votaciones, pero el solo hecho de que se efectuaran periódicamente es un indicador  de una  dinámica  electoral que no sucumbió ante el desarrollo  autoritario que experimentó la presidencia. Desde  tal perspectiva,  la disolución  del Congreso  puede  ser considerada no sólo como  expresión del autoritarismo presidencial, sino como  evidencia  de que, por lo menos a nivel diputadil, las elecciones abrían vías para que sectores de la oposición  ganaran  escaños legislativos. 

 El período  entre  1876 y 1882, durante  el cual Costa Rica careció de Congreso, se relaciona  con un cambio en el patn  de sucesión presidencial.  El modelo inaugurado por Juan Rafael Mora  en 1849  (presidentes civiles, pertenecientes a las principales  familias cafetaleras  y cuyo ascenso al Poder Ejecutivo  se basaba en alianzas con la alta oficialidad)  se modificó a partir  de 1870. El golpe de Estado  liderado  por Tomás Guardia en este último año supuso el inicio de una era, que se prolongó  hasta 1889, en la cual los militares dominaron directamente el Poder Ejecutivo.  Sin embargo, conviene  destacar  que solo seis de esos 19 años de gobiernos  encabezados por los militares  fueron  'no constitucionales'. El carácter  mayoritariamente 'constitucional' de los gobiernos  de Guardia (1870-1882) y de sus sucesores,  Pspero  Fernández (1882-1885) y Bernardo Soto  (1885 y 1889) parece  haber  estado  asociado  con la influencia  creciente que  tuvo  en la administración pública  un círculo  de jóvenes  intelectuales y políticos, compuesto  principalmente por abogados  y apodado  el 'Olimpo', por su arrogancia.  Este  grupo,  en el cual pronto  destacarían los futuros  presidentes, Cleto González  Víquez y Ricardo Jiménez, fue el impulsor  de las llamadas reformas liberales',  orientadas a actualizar  y codificar la legislación  vigente,centralizar la administración pública, promover más eficazmente  la expansión del capitalismo  en el agro y secularizar  la sociedad. 

 Las 'reformas liberales', puestas  en práctica en la década de 1880, generaron un descontento creciente, el cual fue la base para la conformación de una oposición diversa, integrada por políticos que habían  sido excluidos de los círculos oficiales, eclesiásticos opuestos  a las tendencias  secularizadoras ( especialmente en los campos de la educación y la familia) y sectores de campesinos  y artesanos afectados  por  los procesos  en curso de diferenciación social y de cambio cultural.  Fue en este conflictivo contexto  en el que, gracias al restablecimiento de la Constitución de 1871, se reactivaron las prácticas  electorales: hubo votaciones presidenciales con candidato  oficial y único en 1882 y 1885, y comicios diputadiles  en 1882,  1884,  1886 y 1888. 

 La convocatoria a votaciones  periódicas  abrió  la posibilidad  de que el creciente descontento social se expresara electoralmente, y eso fue lo que ocurrió durante  la campaña  de 1889. El Poder Ejecutivo  y el Olimpo habían preparado ya la transición  a un gobierno  encabezado por  civiles, pero  su candidato, el abogado  Ascensión  Esquivel, apenas  capturó  el 19,3 por  ciento  del total  de electores de segundo grado. El triunfo en las urnas le correspondió a una oposición encabezada por el licenciado  José Joaquín  Rodríguez, y su yerno, Rafael lglesias. Tras conocerse  el resultado de la elección, un grupo de policías josefinos proclamó  a Esquive! como presidente, lo que motivó  un amplio levantamiento popular en la noche del 7 de noviembre, el cual consolidó  la victoria de Rodríguez.

Así, la campaña  de 1889 supuso que el 'Olimpo' fuera desplazado  del poder y que los comicios volvieran  a convertirse  en un expediente clave para acceder a la presidencia. También  implicó dicha campaña  otro cambio fundamental: a diferencia  del período  anterior, cuando no se constituyeron maquinarias políticas, a partir  de ese año se produjo  una primera  oleada  de partidos, algunos de los cuales  competirían en las elecciones  costarricenses durante  los próximos veinte  años.  La magnitud  de esta transformación institucional se puede  apreciar en que, pese a la índole  autoritaria que adquirieron los gobiernos  de José Joaquín  Rodríguez (1890-1894) y de Rafael  iglesias  (1894-1902), los partidos no desaparecieron y el calendario  electoral  se mantuvo: se convocó a votaciones presidenciales de primer  grado  en 1894,  1897 y 1901.

 Los dos partidos  principales  que surgieron  a finales del siglo XlX fueron  el Civil, fundado  por Rafael  iglesias en 1893, y el Republicano,  creado  por  suopositores  en 1897. En  1901, los sectores  moderados de la oposición  pactaron con iglesias para facilitar su salida del Poder Ejecutivo, y organizaron un nuevo partido, el Unión Nacional, el cual ganó los comicios de 1901 y 1905, y llevó al sillón presidencial a dos figuras prominentes del 'Olimpo': Ascensión  Esquive! (el candidato  perdedor en 1889) y Cleto Gonlez  Víquez. Luego  de esas dos derrotas  consecutivas,  el Republicano triunfó  en la elección de 1909, aunque en tal ocasión su candidato no fue Máximo  Fernández,  representante del ala más radical del partido, sino otra figura del 'Olimpo': Ricardo Jiménez. De esta forma, los 'reformadores liberales'  de la década  de 1880, a partir  de 1902, volvieron  a dominar  el Poder  Ejecutivo."

 

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